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Cuando Nabil y su esposa, Amani, una pareja de ancianos, sintieron que su tiempo llegaba a su fin, decidieron dejar un testamento a cargo de sus herederos. Debido al hecho de que no tuvieron hijos, los herederos fueron el hermano de Nabil, Ismat, y la hermana de Amani, Intisar, y sus familias. Al ver que la herencia no era pequeña, Nabil y su esposa establecieron duras condiciones para elegir al más adecuado y al más digno para heredarlas. Esos son Intisar y sus hijos o Ismat y sus hijos. La herencia es una casa antigua, con una vieja cafetería abandonada frente a la casa, además de una cantidad considerable de dinero. Nabil y Amani tenían su filosofía; por lo tanto, no dividieron la herencia entre sus hermanos, sino que pensaron que solo debía haber una persona más digna que las demás para recibir la totalidad de la herencia, particularmente por una noble razón que conoceremos más adelante en la historia.