El espectáculo gira en torno a rastrear espíritus, de ahí el título. Se ven muchos fantasmas, a menudo vengativos y atemorizantes de una manera espeluznante que pueden quedarse con usted si observa a altas horas de la noche. Un episodio presenta una docena de cadáveres que vuelven a la vida. Están medio podridos, con la piel despegándose de sus cabezas y revelando sus cráneos.
Varios casos involucran la muerte de niños, incluido uno que se congeló hasta la muerte.