Fallet Ulf (2004)

Bo Larsson fue arrestado en septiembre de 2001 y dos personas jurídicas lo condenaron a ocho años de prisión. En diciembre de 2004, después de haber estado encarcelado durante 1 160 días, fue puesto en libertad y absuelto de todos los cargos. La historia comienza en el hogar de tratamiento juvenil Ekbacken, donde se cuidó a la hija de Bo Larsson, Veronica. En Ekbacken, los jóvenes pacientes se vieron obligados a hablar sobre supuestos abusos al terapeuta Kenneth Lind. Si se negaban, eran castigados o simplemente perjudicados. Durante estas sesiones terapéuticas, Verónica fantaseaba con ser abusada por su padre y una red de pedófilos liderada por una bruja a la que llamó Jessica. Después de que su padre, Bo Larsson, apelara en el segundo tribunal, Veronica escribió una carta a las autoridades policiales, en la que revocaba los cargos que había presentado contra su padre. La carta nunca apareció.