Muerte en la línea (1972)

En Londres, el estudiante universitario estadounidense Alex Campbell y su novia británica Patricia Wilson se topan con un hombre desmayado en la escalera de metro de Russell Square. Patricia obliga a Alex a buscar un guardia para ayudar al hombre, pero cuando llegan, el hombre se ha ido. Cuando el sarcástico inspector Calhoun se entera de que el hombre desaparecido es un oficial de la Orden del Imperio Británico, le pide al sargento detective Rogers que lleve a la pareja a la comisaría para confirmar que el hombre estaba vivo. Mientras tanto, el agente del MI5, Stratton-Villiers, asume el caso y ordena a Calhoun que se vaya. Sin embargo, hay otros casos de personas desaparecidas en esa estación y Calhoun continúa con la investigación. Lo que los oficiales no saben es que hay un caníbal sobreviviente de un derrumbe en el túnel en 1892 que vive en el subterráneo y secuestra pasajeros para alimentarse y tener compañía.