Crimen de medianoche (1988)

El comisario de policía Alex Glass se ha convertido en un cínico sarcástico por la historia de mala suerte que es su vida y por su contacto diario con los criminales de la clandestinidad de Berlín. Su nueva asistente, Shirly Mai, es una mujer atractiva y concienzuda que encarna una cualidad de virtud a la que su jefe renunció hace mucho tiempo. Ambos han sido asignados para resolver una serie de horribles asesinatos que han tenido lugar en las bandas de narcotraficantes y prostitución de Berlín. El principal sospechoso es George Miskowski, un traficante que suministra cocaína y heroína a los burdeles y prostitutas de Berlín.