¡Qué perra vida! (1991)

Mel Brooks se apega a la comedia como nadie más puede, interpreta a un rico hombre de negocios que se ve envuelto en una apuesta con una empresa rival por la peor zona marginal de Los Ángeles. Ambos quieren desarrollar allí su negocio y ambos poseen la mitad de la propiedad. Mel acepta vivir como una persona sin hogar en este vecindario. Si puede sobrevivir 30 días sin su billetera ni nada más, entonces el rival le cederá su mitad de la propiedad. Está llena de gags visuales, frases ingeniosas e incluso algunas escenas conmovedoras. El personaje de Mel aprende mucho a lo largo del camino.