Ashes (1922)

Un joven en apuros económicos convence a su mujer para que le ayude a chantajear a un hombre supuestamente rico. Mientras espera, lee una historia de una revista que cuenta cómo el Sr. y la Sra. Crafton se dispusieron a extorsionar a DeCourcey. El Sr. Crafton sale de la habitación, la Sra. Crafton dice que tiene dificultades financieras, trata de pedir dinero prestado. DeCourcey se niega. La Sra. Crafton luego hace una escena, entra su esposo, acusa a DeCourcey de buscar atacarla. DeCourcey, que se ha quedado fumando, muestra las cenizas que quedan en su cigarro al detective del hotel, como evidencia de que no ha habido lucha. El detective cree en su acusación de chantaje contra la pareja y son arrestados. Después de leer la historia, la joven esposa deja una nota diciendo que ha regresado a su casa en el campo. La víctima prevista llega y resulta ser un detective. Después de leer la nota, lleva al joven esposo arrepentido a la estación de ferrocarril y lo envía de vuelta con su esposa.