Stardust (1938)

Carla de Hulvea es una bailarina de rumba que hace noticia haciéndose pasar por una heredera sudamericana. A ella le va bien con su engaño hasta que conoce al estadounidense Peter Jackson, un promotor de alta presión que busca dinero para producir películas. Hace grandes fanfarronadas por su cuenta para que Carla invierta en una película que está haciendo con su socio, Roy Harley. A través de Carla, Roy conoce a la actriz Diana West, a quien le dan un papel en la película, y Roy se enamora de ella. Antes de que Carla y Peter terminen de ser más astutos que el otro, hay una alegre confusión que involucra a Roy, Diana y Otto Schultz. Todo funciona cuando la película finalmente se completa y, debido a un nuevo proceso de color, la película es contratada por un importante circuito de teatro, lo que permite que la producción independiente rinda frutos.