Toros bravos (1951)

El torero Luis Bello (Mel Ferrer) es una estrella, pero el miedo y la duda lo golpean rápidamente después de que se lesiona en el ruedo. Sin embargo, el gerente Raúl Fuentes (Anthony Quinn) se niega a dejar que se rinda, lo que empuja a Luis a superar sus dudas y seguir siendo un matador. Luis está de acuerdo, pero surgen complicaciones cuando se enamora de la novia de Raúl, Linda (Miroslava). Las cosas empeoran aún más después de un trágico accidente y una vergüenza pública. Ahora, para salvar su dignidad, Luis necesita una última oportunidad en el ring.