Antonio de Padua (1949)

Fernando, un niño que creció en la Italia de 1920, se inspira al leer una biografía de San Antonio de Padua (que da nombre a la ciudad de San Antonio, Texas). La esposa de un joven pintor romano que desapareció al final de la Primera Guerra Mundial va a la iglesia con su hijo Fernando para rezar a San Antonio por su regreso. Después de un tiempo, el pintor regresa. Debido a una herida en la cabeza, había perdido la memoria y la recuperó el mismo día que su esposa invocó a San Antonio. La familia visita la Basílica de San Antonio y compra un libro dedicado a San Antonio. La lectura recuerda las escenas e imágenes de la vida del santo. La historia está contada íntegramente en flashbacks, ya que el Fernando adulto recuerda escenas de su infancia y, a su vez, escenas de la vida del Santo.