El cerebro que no podía morir (1962)

El Dr. Bill Cortner ha estado realizando cirugía experimental en conejillos de indias humanos sin autorización y en contra del consejo de su padre, también cirujano. Cuando la novia de Bill, Jan Compton, es decapitada en un accidente automovilístico, se las arregla para mantener vivo su cerebro. Ahora necesita encontrar un nuevo cuerpo para su futura novia y se conforma con Doris Powell, una modelo glamorosa con una desfiguración facial. Mientras tanto, Jan no quiere continuar su existencia sin cuerpo y llama a la criatura escondida en el sótano, uno de los experimentos fallidos de Bill Cortner, para que se libere.