The Way to the West (2003)

La película es una combinación de documental y ficción. Una mujer de la antigua Unión Soviética, Irina, llega a Grecia en busca de una vida mejor y es víctima del comercio de esclavos sexuales (tráfico). Deambula por Atenas en busca de un amigo suyo que ha desaparecido. Su historia se desarrolla a través de una serie de confesiones personales. Durante estos momentos de realidad, Irina está de algún modo presente como una especie de "ángel doliente" que comenta las secuelas, vinculando indirectamente el presente con el pasado, lo real con lo imaginario. La presencia de la pintura en la película enfatiza o ilustra los sueños y pesadillas que provoca este intenso trozo de realidad actual. En otras palabras, el desarraigo de millones de personas de sus hogares, una historia que se repite.