Memorias de China (2004)

Sin motivo aparente, una joven muda agrede a un joven que reparte agua en su bicicleta, hiriéndolo y arruinando su bicicleta. Sorprendentemente, ella le pide que alimente a sus peces mientras ella está bajo custodia. Descubre que su pequeño apartamento es un santuario de su escapada favorita: el cine. Encuentra su diario, un guión de su vida construido en torno a escenas de sus películas favoritas, y eso desencadena su imaginación. Quizás tengan más en común que el amor por el cine.