Toxic Soup (2010)

"Sopa tóxica" comparte las historias de estadounidenses que luchan por mantener la sangre, el agua y el aire a salvo de la contaminación. En Parkersburg, Virginia Occidental, el maestro de escuela Joe Kiger descubre C8, un químico no regulado, en el agua potable de su comunidad. Según la Agencia de Protección Ambiental, el C8 se puede encontrar en el 96 por ciento de la sangre de los estadounidenses. En Institute, WV, una explosión en la planta de Bayer mata a dos trabajadores de la planta y llega a 80 pies de una reserva de MIC, el químico responsable del peor accidente industrial del mundo en Bhopal, India, que causó la muerte de más de 20,000 personas hasta la fecha. En Louisville, KY, Eboni Cochran, residente en el extremo oeste, solicita al ayuntamiento de la ciudad que establezca procedimientos operativos estándar para la investigación de fugas y olores químicos en el distrito de Rubbertown. Ella ha estado solicitando por más de cinco años. En el este de Kentucky, el oficial de seguridad radiológica conocido a nivel nacional, Wade Smith, nos lleva a un recorrido por los campos de petróleo radiactivos de Ashland, donde se diagnostica a los residentes locales tumores cerebrales a tasas alarmantes. En el condado de Mingo, WV, el abogado Kevin Thompson y el pastor Larry Brown exponen peligrosas toxinas y sustancias químicas en el agua del pozo local debido a la negligencia en la eliminación de la mezcla de carbón de Massey Energy. Fuera de Arlington, Virginia, Vicky Debold, quien posee doctorados en enfermería y salud pública, cuestiona si el autismo de su hijo es el resultado de una reacción entre sus vacunas y la sopa química hecha por el hombre en su torrente sanguíneo. Según los CDC, 148 químicos industriales se esconden en la sangre del estadounidense promedio. En el camino de la reunión anual de accionistas de DuPont, marchamos con el defensor del autismo Jim Carrey en Washington DC, hacemos una broma política a Hillary Clinton, entrevistamos al cineasta Morgan Spurlock y preguntamos a Bill Clinton sobre la conexión entre los químicos y el autismo.