Trilogía Piso compartido

Ansioso por conseguir un trabajo y pulir su español, el estudiante de economía Xavier se lanza a un programa de intercambio europeo en Barcelona. Tras despedirse de su novia, se mete de lleno en un animado piso compartido con estudiantes internacionales: un italiano, un británico, un danés, un belga, un alemán y un tarraconense. Juntos, se embarcan en aventuras que se convierten en su iniciación en un mundo más allá de los libros de texto.

Xavier tiene ahora treinta años. Ya no es un estudiante, tampoco es un adulto bien equilibrado y satisfecho. Su carrera no es satisfactoria: lejos de ser el renombrado novelista que pretendía ser, debía contentarse con pequeños trabajos como reportero o escritor fantasma. ¡Su mayor "logro" en "literatura" es su colaboración con el guión de una telenovela cursi! Su vida sentimental no es mucho mejor, rítmica por una noche y romances inconclusos. Parece que cuando él seduce a una mujer hermosa por fuera y por dentro, como Kassia o Wendy, no puede mantenerlas. ¿Alguna vez enfocará su vida?

Javier tiene ahora cuarenta años. Así son Wendy, Isabelle y Martine. A los cuarenta se supone que debes ser más maduro y vivir una vida más estable que a los veinte. Pero no Xavier. Bueno, para ser justos, ha hecho algunos progresos en el campo de la reflexión (incluso se ha convertido en escritor), pero en lo que respecta a su vida cotidiana, está lejos de estar bien ordenado. Para ser totalmente honesto, no es del todo culpa de Xavier que su esposa Wendy lo haya dejado repentinamente por un nuevo compañero en Nueva York y se haya llevado a sus dos hijos con ella. Al darse cuenta de que no puede soportar vivir sin ellos, Xavier decide establecerse en Big Apple para permanecer cerca de ellos. Encuentra un hogar en Chinatown y no pasa mucho tiempo antes de que surjan los problemas.