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Un eclipse solar trajo al periodista holandés Thomas Erdbrink a Irán hace años.Ahora está casado con la fotógrafa de Irian Newsha Tavakolian, una mujer fuerte e independiente.Thomas es uno de los pocos periodistas occidentales en un país que parece estar constantemente en conflicto con el resto del mundo.En 'Onze Man in Teherán' (nuestro hombre en Teherán), la vida de Thomas se muestra como un juego de computadora: constantemente llena de trampas y peligros, en un país donde nada es lo que parece.Erdbrink, que habla persa con fluidez, va más allá de los estereotipos habituales de hombres y mujeres barbudos enojados y vestidos de negro y muestra un retrato único del Irán moderno, donde las mujeres a menudo están a cargo y donde puedes comprar la salida de una ejecución.El equipo de producción tardó años en obtener el permiso para seguir a Erdbrink en su trabajo y su vida personal en Irán.El resultado es un acceso sin precedentes a un país complicado donde la sociedad parece caracterizarse por el malestar y la incertidumbre, aunque en comparación con sus vecinos Irak y Afganistán, Irán sigue siendo un oasis relativamente pacífico.La segunda temporada se emitió tres años después, en 2018.Una vez más, Thomas Erdbrink lleva al espectador de regreso a Irán, donde ha estado trabajando y viviendo durante dieciséis años.Irán reabrió las relaciones comerciales internacionales y el moderado Rohani ganó las elecciones.Pero tras bambalinas, todavía hay una feroz lucha por el poder entre los reformistas y los religiosos de línea dura.Los iraníes normales se están cansando de esto.Están haciendo que sucedan sus propios cambios.