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Es 1962. Ueki Hitoshi está incrédulo. Sudara Bushi, que había cantado, se ha convertido en un gran éxito sin precedentes. Ueki y los Crazy Cats eran muy buscados en la televisión y en las películas y de repente se convirtió en una estrella. Necesitaba un asistente que también pudiera ser su conductor debido a su apretada agenda. Y llegó un joven extraordinariamente enérgico llamado Matsuzaki Masaomi que acompañaría a Ueki en el set. Está abrumado por las actuaciones de Ueki y Crazy Cats. Sus parodias eran completamente payasadas y su música totalmente ingeniosa. En la vida real, Ueki era un hombre serio y tenía dudas sobre si tales actuaciones servían para un propósito útil. Antes de que se dieran cuenta, Matsuzaki, que había perdido a su propio padre cuando era niño, comenzó a llamar a Ueki "padre". Ueki, su esposa Tomiko e incluso su padre Tetsujo aceptaron a Matsuzaki como familia. Matsuzaki aspiraba a ser animador y estaba absorto en el trabajo y el amor. Los dos eran la mejor pareja profesor-alumno.