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Una América sumida en una ola de calor permanente, donde la naturaleza ha desaparecido. En su mayoría sin hogar, sus habitantes se alimentan solo de extrañas galletas a base de plancton distribuidas por una empresa en expansión. En 1973, "Soylent Green" de Richard Fleischer, protagonizada por Charlton Heston, fue la primera película de ciencia ficción que evoca no una amenaza exógena (ataque de los marcianos, guerra nuclear), sino una catástrofe climática y ambiental de la que el hombre es el único responsable. Un verdadero alegato ecológico, la película también marcó los inicios de la conciencia ambiental en la gran pantalla y fue seguida por muchos emuladores en Hollywood. Pero, ¿qué lecciones se han aprendido en los últimos cincuenta años?