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Los derechos humanos de las víctimas de agresión sexual y abuso infantil son una preocupación mundial que no solo se aborda en Japón sino en todo el mundo. Desde su debut, el director Masato Ozawa ha seguido creando películas que arrojan luz sobre estos graves problemas sociales. En su trabajo anterior "Remiges", Ozawa expresó las luchas de una niña y un niño que han sido víctimas de la violencia con una nueva percepción y ganó el "Premio a la Mejor Película" en el 14º Festival Internacional de Cine de Jeonju. Con sus obras, Ozawa se ha ganado rápidamente el reconocimiento como uno de los directores emergentes de Japón. Para "Lost Serenade", Ozawa desafió a representar el pecado original y la redención a través de un enfoque directo hacia la violencia sexual, también conocida como el "asesinato del alma". Protagonizada por estrellas en ascenso, Nori Sato y Uwa Ishibashi, quienes pusieron su corazón y alma en sus personajes, los actores que compartieron la pasión de Ozawa en este tema, Yota Kawase, Asuka Kurosawa y Jun Miho también apoyaron la película.