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Cada títere tiene un humano. La primera palabra que pronunció Zach Woliner fue 'Ernie', el nombre de la mitad naranja del famoso dúo de Barrio Sésamo, Bert y Ernie. Durante las próximas tres décadas, su afinidad infantil por los Muppets se convertiría en una pasión de por vida, un pasatiempo y, si Zach se sale con la suya, una carrera. En 2008, Zach creó su propia marioneta, Wally Wackiman, un personaje judío consciente de sí mismo que defiende la libertad de las marionetas y la igualdad con los humanos. Desde entonces, Zach ha luchado por equilibrar su arte con la vida cotidiana y convertir su aspiración en acción. Wacky Man: The Rise of a Puppeteer es un largometraje documental del director Anthony Desiato (My Comic Shop DocumentARy, By Spoon!) que sigue a Zach en su carrera en la industria de los títeres.