Tres hermanas (1970)

Olga, Masha e Irina Prozoroff (Louise Purnell) llevan vidas solitarias y sin propósito tras la muerte de su padre, que había estado al mando del puesto militar local. Olga intenta encontrar satisfacción en la enseñanza, pero en secreto anhela un hogar y una familia. Masha, infeliz con su matrimonio con un tímido maestro de escuela, se enamora perdidamente del coronel casado Vershinin. Irina trabaja en la oficina de telégrafos local, pero anhela la alegría. Su sentido de inutilidad se ve incrementado por el matrimonio de su hermano con Natasha, una campesina tosca. Ella invade gradualmente el hogar familiar hasta que incluso el refugio privado de las hermanas es destruido. Sueñan con comenzar una nueva vida en Moscú, pero tienen que cargar con los aspectos prácticos de su tranquila existencia. A pesar de sus fracasos, deciden buscar algún propósito y esperanza cuando el puesto del ejército se retire de la ciudad.