Sverige åt svenskarna (1980)

Esta farsa preocupa al rey Gustavo de Suecia (Per Oscarsson, que interpreta todos los papeles principales). Los monarcas reales de los tres principales países europeos están pacientemente o no tan pacientemente al margen mientras observan de cerca al futuro rey Gustavo. Ningún rey parece poseer el cerebro con el que nació, por lo que la historia parece estar hecha por defecto, por así decirlo. Gustav se equivoca, pero no lo suficiente como para no ser coronado rey. Como resultado, Francia, Inglaterra y Alemania invaden Suecia con la esperanza de tomar por la fuerza lo que no pudieron obtener por incompetencia.