Bernadette (1988)

En 1857, un molinero desempleado traslada a su familia a un alojamiento deprimente; su mujer trabaja como lavandera. En febrero de 1858, en la gruta de Massabielle, su hija de 14 años, asmática y analfabeta, Bernadette, ve una luz que más tarde reconocerá como una bella joven. La niña conversa con la mujer durante los meses siguientes. La multitud la sigue y la gente se cura con las aguas de un manantial que Bernadette ha purificado. Las autoridades seculares se sienten amenazadas por las reuniones populares y someten a la niña a una investigación policial y a un examen médico. El monseñor local también se muestra escéptico, pero luego se convierte en el defensor de Bernadette. Ella mantiene su sencillez franca y su sabiduría inculta durante todo el relato.