Heilt Hitler! (1986)

Stalingrado, 1942: justo cuando se queja de los "tontos" que tienen el control, un alemán llamado Herbert (Achternbusch) es golpeado. Avance rápido cuarenta años después de la guerra hasta el Hofgarten de Munich, donde frente a las ruinas reparadas del Museo del Ejército, Herbert reaparece, creyendo erróneamente que todavía está en Stalingrado, que los victoriosos alemanes han destruido y reconstruido a imagen de Munich. Mientras que Achternbusch despliega un cambio de tiempo tan sobrenatural con fines cómicos, Heal Hitler! no obstante, arroja un enfoque crítico sobre la incurabilidad de los simpatizantes, así como sobre aquellos que descartan el nacionalsocialismo como un mero contratiempo en la historia alemana y que Achternbusch espera ardientemente que "perdan el uso de sus ojos y oídos".