Mucha violencia verbal y psicológica, como amenazas, privación implícita del sueño, descripciones de actos violentos y juegos mentales crueles.
Una mujer es maltratada por su interrogador y, como resultado, lucha unas cuantas veces. Una vez, él le clava la silla en su silla para comprobar si está menstruando (sin desnudez).
Mientras una mujer tiene los ojos vendados, un interrogador finge verbalmente estar torturando a otro hombre (él desempeña ambos roles) clavando un atizador caliente en el recto al hombre, sacándole las uñas (descrito de manera bastante gráfica) y golpeándolo (en realidad está golpeando el piso, paredes y objetos con una porra) para aterrorizar a la mujer y hacerla cumplir con sus demandas.
Una mujer patea con fuerza a un hombre en la entrepierna, incapacitándolo temporalmente.
A una mujer la esposan a la fuerza y le vendan los ojos a la fuerza varias veces y una vez le administran una inyección de sedantes.
Una mujer es engañada para que beba orina de una botella.
Se ve a un hombre calentando un atizador caliente. La escena se oscurece y la mujer grita dando a entender que el atizador caliente se insertó por vía rectal.
Vemos a una mujer en una mesa con electrodos subiendo su bata de hospital (lo que implica que los electrodos están en su vagina). Se le hacen algunas preguntas y se sorprende un par de veces. La escena es inquietante.
Vemos la imagen de una pistola puesta en la cabeza de una mujer brevemente y en una escena oscura.
Un hombre saca unos alicates que parecen tener una mancha de sangre y actúa como si fuera a arrancarle las uñas de los pies a una mujer. Él no lo sigue.
Un hombre vomita brevemente pero no vemos el vómito real.
Una mujer es golpeada varias veces (una vez escuchada más que vista y una vez breve y sutilmente con una porra). Una vez es con las dos manos de un hombre, lo que resulta en un zumbido en sus oídos y otra vez es con un puño mientras bebe agua (escuchamos el vidrio romperse) lo que la deja inconsciente.
Cuando una mujer cree que un hombre está a punto de apagarle un cigarrillo encendido en el ojo, levanta la mano y, como resultado, se quema en la palma (pasa rápido y no vemos la quemadura).