En la primera historia, varias mujeres se reúnen y realizan un ritual. Dos de ellos están en topless y la escena dura unos dos minutos. Sin embargo, no se presta mucha atención a los senos de las mujeres. Luego realizan otro ritual y están todos completamente vestidos excepto una niña que tiene cinta negra sobre sus pezones. Una mujer coloca en su escote la propina del botones; él tímidamente se acerca y se lo quita.
Una de las mujeres del ritual es despreciada porque admite haber tragado semen de un hombre. El esperma era un ingrediente necesario para su ritual, y a la mujer se le da una hora para recolectar más. Un poco más tarde conoce a un hombre que al principio se muestra reacio a tener sexo con ella, pero luego accede. Se los muestra besándose apasionadamente y ella se quita la blusa y deja al descubierto sus senos, pero nada después de eso.
Un hombre entra en una habitación y otro lo acusa de acostarse con su esposa. Finalmente se da a entender que todo es un juego sexual. El segundo hombre besa al hombre original y luego intenta persuadirlo para que tenga relaciones sexuales con su esposa; existe la implicación de que podría haber tenido relaciones sexuales con un hombre y ser bisexual. No hay sexo ni desnudez real, solo diálogo sexual. En un momento, la mujer se jacta ante su marido del tamaño del pene del primer hombre (miente, ya que nunca se habían visto antes), y utiliza muchísimos términos para referirse a sus genitales.
Un hombre y su esposa se besan apasionadamente varias veces. Cuando se van, se muestra a su hijo pequeño mirando a una bailarina de barra en la televisión (sin desnudez).
Dos mujeres desnudas salen corriendo del Penthouse, con sus traseros brevemente expuestos. Sólo aparecen en pantalla durante unos segundos. Luego hay algún diálogo sexual, aunque nada demasiado explícito.