Rosaura a las 10 (1958)

En el cautivador mundo de la pensión "La Madrileña", Camilo, un pintor tímido e imaginativo, teje una compleja red amorosa en su afán por cautivar a su amada. Mientras recibe misteriosas cartas de amor de una mujer llamada Rosaura, la fantasía da un giro inesperado cuando ella se materializa finalmente, desdibujando la realidad e ilusión. Mario Soffici, un visionario adelantado a su tiempo, da forma a una narración circular de intensa tensión, en una película que se erige en cuasi-opus magnum, poniendo de relieve su brillantez en el cine argentino.