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Los sabuesos del gobierno, encabezados por el detective Craig, lograron atrapar a una banda de falsificadores metropolitanos.Aunque su información sobre la ubicación del lugar de reunión de la pandilla y sus planes está completa, no pueden presentar pruebas contra el hombre que circula dinero falso.Sin embargo, las sospechas recaen sobre James Dalton, un ladrón astuto que rara vez visita la sala de los falsificadores.Dalton se deshace de su dinero malo a través de "vallas" insospechadas.Acaba de lograr usar a Bob Brierly, un joven pródigo del oeste, que dejó caer su dinero en el gran camino blanco para este propósito.Cuando el cantinero que tomó el dinero falso lo descubre, llama a la policía.Dalton, como de costumbre, escapa mientras Bob, inocente del papel que ha jugado, es atrapado y condenado.Liberado de la cárcel, conoce a Mae Edwards, de quien se había hecho amigo anteriormente.Ella lo recomienda a su empleador, un banquero, y Brierly consigue un puesto de responsabilidad.Pensando que ha eludido a los detectives, Dalton llega al banco para inspeccionar el terreno en preparación para un robo que está planeando.Se encuentra con Brierly e intenta convertirlo en cómplice.Bob, que se ha casado con Mae Edwards y desea llevar una vida honesta, se relaja.Dalton le informa al banquero que Bob es un ex convicto y Bob pierde su puesto.Los persistentes esfuerzos de Dalton hacen imposible que Bob consiga trabajo y se ve obligado a unirse al ladrón.Craig ha estado siguiendo a Dalton y sabe que Bob está participando en el robo propuesto en contra de su voluntad.Habiendo hecho sus planes de antemano, Craig frustra el robo.Solo Dalton se escapa yendo de la mano a través de un cable eléctrico entre dos rascacielos.Más tarde se ve atrapado en una emocionante persecución en bote a motor.Luego, Craig reivindica a Bob y el banquero le devuelve su antiguo puesto. Bob se va a casa y le dice a Mae, y su copa de felicidad se llena hasta rebosar.