El último crimen (1925)

La bella ladrona Jenny es descubierta por el joven millonario Bob Van Dyke cuando está a punto de robar su caja fuerte. Él le sermonea sobre los males del crimen y, para poner a prueba su decencia, la deja sola con un gran fajo de billetes. Jenny decide seguir adelante y deja el dinero en paz. Luego consigue un trabajo como modista y luego la llaman a la casa de Van Dyke para hacer algunos trabajos para la hermana de Bob, y Jenny descubre que, ante la ruina financiera en el mercado de valores, Bob está a punto de robarle 20.000 dólares a su ama de llaves. Para prevenirlo, Jenny hace arreglos para que sus antiguos cómplices roben el dinero primero, asumiendo ella misma la culpa del crimen. Inspirado por el ejemplo de Jenny, Bob acepta su bancarrota con gracia, se convierte en un profesional del golf y se casa con Jenny, quien mientras tanto le devolvió el dinero y saldó su cuenta con la ley.