Pobre angelito! (1932)

La señora Hardy está furiosa porque su marido Oliver pasa más tiempo con su amigo Stanley que con ella. Oliver decide adoptar un bebé, con la esperanza de que eso mantenga a su esposa ocupada para que él y Stanley puedan seguir de juerga. Pero al regresar a casa con el bebé, encuentran a un notificador con una citación de divorcio y pasan una noche sin dormir cuidando al bebé que llora.