Perdí la bolsa (1930)

Las caseras Polly Smith y Marie Jones, que gestionan pensiones en el mismo lado de la calle, están afligidas por numerosas envidias y celos mezquinos, pero sin embargo son las mejores amigas. Polly invierte en el mercado de valores y comienza a cosechar recompensas, pero no puede persuadir a Marie para que use los ahorros de toda su vida para comprar acciones de American Cheese o Brazilian Bananas. Mientras tanto, la hija de Marie, Genevieve, y el hijo de Polly, William, que acaban de regresar de la universidad, se enamoran, pero una discusión entre las damas rompe el romance; Molesta por los modales condescendientes de Polly, Marie se sumerge en el mercado ella misma y con las ganancias puede organizar un derroche de sociedad en un resort de moda. En sus esfuerzos por superarse mutuamente, Polly y Marie inevitablemente se unen y se hace posible una reunión de los amantes.