The Talk of Hollywood (1929)

El productor de películas de mala calidad J. Pierpont Ginsburg, después de declarar, con acento yiddish, que "las películas sonoras están en su infantería", decide invertir todos sus ahorros en un musical de gran presupuesto, protagonizado por la sensación de París (con un pésimo acento francés), Adore Renee, y un actor principal elegante, Reginald Whitlock. Mientras tanto, su hija, Judy Ginsburg, se involucra en un romance con el abogado gentil interpretado por Ginsburg, John Applegate. Sus esfuerzos no se ven ayudados en nada por el proyeccionista que mezcla los rollos de discos de sonido, de modo que las imágenes no coinciden con los diálogos y los efectos de sonido, durante una proyección para posibles compradores y exhibidores de películas.