Perdidos en un harem (1944)

Pete Johnson y Harvey D. Garvey, dos magos ineptos de gira por el reino de Barabeeha en el Medio Oriente, ayudan al joven príncipe Ramo privado de sus derechos a recuperar el trono de su tortuoso tío Nimativ, que usa dos anillos mágicos hipnóticos y métodos despiadados para mantener su poder. Al hacerse pasar por cazatalentos de Hollywood, los chicos salen de una mazmorra húmeda con un abandonado trastornado, evaden a los guardias del palacio, eluden al verdugo del palacio y evitan que los detecten en el harén real prohibido.