Puerto de Nueva York (1949)

Los agentes Mickey Waters y John Flannery vuelven a trabajar juntos para investigar el robo de narcóticos medicinales del S.S. Florentine. La banda responsable está encabezada por el despiadado pero elegante Paul Vicola, que no duda en asesinar a cualquiera que se interponga en su camino. La novia de Vicola es estrangulada cuando se vuelve poco fiable, y cuando la cómica de club nocturno Dolly Carney supone un riesgo, es arrojado por la ventana de su apartamento. Después de que Waters recibe un disparo mortal al intentar entrar en el club náutico de Brooklyn de la banda, Flannery decide infiltrarse y hacerse pasar por un traficante de drogas de San Francisco. La banda es desmantelada y, tras un furioso tiroteo, Vicola es detenido y su banda es desmantelada.