El viejo y el mar (1958)

Ahora, un anciano, un pescador de toda la vida, se embarca en el mar para ejercer su oficio como lo ha hecho toda su vida. No ha tenido mucha buena suerte últimamente y ha pasado casi tres meses sin una captura importante, mientras que otros capturan uno o incluso dos grandes marlines cada semana. Muchos de los lugareños se burlan de él y algunos dicen que ahora es demasiado mayor para pescar, pero todavía ama lo que hace y es animado por un niño que lo ama y tiene fe en él. En este día pesca el pez de su vida, un marlín más grande que su esquife. A medida que lo arrastra lentamente hacia el mar, el anciano recuerda su pasado, sus éxitos y los momentos culminantes de su vida. Cuando finalmente logra desembarcar el pez, tiene que luchar contra los tiburones que se alimentan de él mientras intenta regresar a su aldea cubana.