Los ladrones somos gente honrada (1956)

Castelar, "El Tío del Gabán" y "El Pelirrojo" son tres delincuentes de poca monta que se dedican al hurto organizado en el Camino de Madrid. Un día se reencuentran por deseo de su ex pareja Daniel "El Melancólico", quien planea cometer un atraco en una joyería. El intento resulta ser un rotundo fracaso. Pero Daniel no ceja en su empeño, y poco después les encomienda el robo del contenido de la caja fuerte de una mansión. Los problemas pronto vuelven a aparecer: La dueña Doña Andrea murió envenenada por Germana, su cuñada, y su esposo Don Felipe, el dueño, está siendo envenenado poco a poco, en las infusiones de té, de la misma forma que Andrea estaba . Además, por si fuera poco, Daniel se enamora de Herminia, la ahijada del dueño.