El testigo debe callar (1974)

De Luca es asesinado por el chofer de Marchetti. Marchetti ordenó el asesinato porque iba a ser acusado por De Luca. Los dos tienen un accidente automovilístico mientras van a casa a buscar una coartada. Hay un testigo, Sironi, que llama a la policía. Pero cuando llega la policía, el coche se ha ido y también los dos hombres. El inspector Santi y el joven juez Novelli investigan el extraño caso. Marchetti, sin embargo, es un hombre poderoso y Sironi y su familia empiezan a obsesionarse primero con las amenazas y luego con las agresiones.