Les bleus de la marine (1934)

Lafraise y Plumard, dos novatos del barco Le Victorieux, están de permiso en el puerto de Toulon. En un momento se pierden y para escapar de los patrulleros de la Armada, se disfrazan y abordan un tren. Ahora sucede que en el convoy un delegado del gobierno se dirige a París, con la misión de inaugurar allí un monumento. Pero las circunstancias son tales que nuestros dos amigos son confundidos con el Ministro y su secretario. Sin vergüenza, la pareja hace el trabajo, en otras palabras, pronuncian el discurso esperado, comen como caballos, viven hasta que son reconocidos. Lo que eventualmente resulta en una estadía prolongada en un tipo desagradable de habitación de hotel llamada bodega.