Direct Order (2003)

Mientras la Guerra del Golfo se desataba, el gobierno obligó a sus hombres y mujeres combatientes a vacunarse con una vacuna experimental y no aprobada contra el ántrax. Como consecuencia de esa decisión fatídica, un gran número de veteranos ahora sufren de síntomas extraños y depiladores, una afección conocida como Síndrome de la Guerra del Golfo (GWF). A pesar de la abrumadora evidencia de lo contrario, nuestro Gobierno y las Fuerzas Armadas se niegan a reconocer que la vacuna es la causa.