Nadie inquietó más - Narciso Ibáñez Menta (2005)

Desde las primeras imágenes ya se puede apreciar un trabajo minucioso y firmemente arqueológico,y una razón: descubrir las diferentes facetas de una personalidad singular,lo que impresionó y modificó de manera sustancial la forma de desarrollar el género de terror en los países de habla hispana.Siguiendo los pasos de su admirado maestro Lon Chaney,se constituyó en un modal indiscutido en el arte de la caracterización,ayudado por su misterioso porte,un dominio absoluto en el arte del maquillaje,y un registro vocal serio y cavernoso que fue promocionando con su hablar lento e inquietante.Durante años,y al otro lado del teatro,el cine y la television,produjo una relación casi hipnótica con su público,sublimando sus propios miedos.El público,en consecuencia,le pagó con eterna incondicionalidad.La diversidad de testimonios silenciosos nos revelan el perfil de un hombre vinculado al misterio,al que nos introduce de a poco y quitando de la mano.Su carácter nómada lo envolvía y lo llevaba por infinitos caminos sellados por extraños contrastes que lo relacionaban con lo arcano.Pero probablemente su verdadero secreto radica en la creación de seres peculiares.Seres a través de los cuales se obstinaba en persistir y deslizarse en una memoria colectiva,que sale como una broma macabra,propia de la mejor de sus figuras prominentes.