Cómo pasan las horas (2005)

Renee regresa a casa un sábado después de dar una lección de piano temprano en la mañana. Vive en provincias con su esposo Juan y su hijo Santi de cinco años. Durante el desayuno, discuten un posible traslado a Buenos Aires, pero lo descartan luego de que Juan brinda un argumento razonado en contra. Sugiere un viaje familiar a la playa. Renee le propone a Juan solo llevar a Santi a la playa mientras ella lleva a su madre enferma Virginia al campo. La película se bifurca a medida que la narración alterna entre las dos excursiones. Renee recoge a Virginia en un centro de vida asistida; conducen hasta una cabaña rústica, se sientan junto a la chimenea y luego dan un paseo por el bosque. Juan y el inquisitivo Santi viajan más lejos, a una playa casi vacía, caminan por un muelle, construyen un castillo de arena y conocen a dos pescadores que entretienen al niño con cuentos marinos y le enseñan a destripar un pez.