Don't Tell Daddy (1994)

Una escuela de baile de Tallin seduce a las mujeres con imágenes de Hollywood y glamour, pero la realidad arroja a estas bailarinas estonias a tristes vestuarios tras bambalinas en un pequeño pueblo de Finlandia. Engañadas para que realicen striptease, las mujeres reciben solo una miseria por sus espectáculos, ya que tanto la agencia de reservas finlandesa como el corredor en Estonia se llevan la mayor parte de las ganancias. Pero el espectáculo debe continuar, aunque solo sea bajo estrictas cláusulas de contingencia que impiden el escape. Incluso volver a casa para Navidad se hace difícil. El apoyo proviene principalmente de colegas mayores, ya que muestran las cuerdas de la industria. A través de la bailarina estonia Irma, el documental muestra la Finlandia de mediados de la década de 1990, donde las mujeres que soñaban con oportunidades en el extranjero eran engañadas para realizar giras de striptease en bares de mala muerte.