De Martes a Martes (2012)

A pesar de su tamaño, y de su cuerpo macizo y amenazador, Juan Benítez parece llevar una vida de tolerar el maltrato ajeno sin desconcertarse nunca y muchas veces asintiendo en silencio, tragándose su pena y humillación. Su jefe en la fábrica donde trabaja como operario siempre lo acosa, abusando de su pequeño poder. Está socavado por los niños engreídos que asisten a las fiestas donde trabaja como portero por el dinero extra. Es presionado, ligera pero persistentemente, por su esposa. Sin embargo, tiene al menos una razón para tragarse su orgullo. Juan tiene el sueño de abrir su propio gimnasio, para lo cual aún necesita conseguir parte del dinero. Y lo está haciendo, cuando una noche después de uno de sus días rutinarios, es testigo de un terrible episodio en el que toma una decisión que lo colocará repentinamente en una encrucijada mortal.