Lo más buscado
No se encontraron resultados
- Escribir un artículo
- Publicar debate
- Crear una lista
- Subir un video
En 2011, Pocomoke City, un pequeño pueblo en la costa este de Maryland, contrató a Kelvin Sewell, su primer jefe de policía afroamericano. Sewell, un ex investigador de homicidios de la ciudad de Baltimore y oficial de narcóticos, se había cansado de las tácticas agresivas utilizadas por el Departamento de Policía de Baltimore... particularmente aquellas dirigidas a las comunidades negras. Decidido a implementar un enfoque diferente para la aplicación de la ley, Sewell implementó un plan intensivo de vigilancia comunitaria. Él y sus oficiales estacionaron sus autos y caminaron por las calles. El sistema de Sewell funcionó: el crimen se desplomó. Los residentes, tanto negros como blancos, se convirtieron en fervientes partidarios del nuevo paradigma policial de Sewell. Pero se estaba gestando un conflicto; una disputa en curso sobre discriminación racial envolvió a Sewell y sus oficiales en una batalla que no solo les costaría sus trabajos y reputaciones profesionales, sino que los empujaría a una batalla legal emocional que afectaría a todos los segmentos de la comunidad.