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Halima Aden lo ha escuchado todo: "No eres lo suficientemente somalí. No eres un buen musulmán. No eres lo suficientemente estadounidense. Tengo múltiples identidades, múltiples cosas que me hacen ser quien soy". Para la modelo estadounidense somalí de 21 años, todo se trata de ser la primera. "No es algo fácil de ser cuando el mundo quiere que seas una cosa o la otra". Han pasado casi dos años desde que Halima saltó a la fama como la primera concursante en usar hiyab y burkini en un concurso de belleza Miss USA en Minnesota. Desde entonces, ha aparecido en portadas de revistas de moda y vallas publicitarias en todo el mundo, desafiando el significado de la belleza convencional en los Estados Unidos y en el extranjero. Pero Halima desea más. En la Semana de la Moda de Nueva York, se prepara para navegar en una industria exigente con la esperanza de convertirse en un modelo e ícono de la alta costura. Es un mundo muy diferente de aquel en el que ella creció, como refugiada en Kenia, y más tarde en St. Paul, Minnesota. Un mundo que la madre de Halima no quiere que olvide.