Michael Houston

Todos los lunes, mi papá y yo sintonizamos WPIX para ver a Xena, la princesa guerrera. Vimos ese programa religiosamente, y después de cada episodio tomaba una percha de mi armario y la arrojaba al otro lado de mi habitación al igual que Xena arrojaba su escudo para derrotar a su enemigo. No podía tener más de 5 años en ese momento. Supongo que se puede decir que fue mi primera experiencia actoral. A partir de entonces, cada programa o película que vi de Martin, John Q, Hitch, Misión Imposible, etc.; Me imaginaba como un personaje y me sumergía en lo que acababa de ver. Al crecer en Brooklyn, Nueva York, estuve expuesta a mucha diversidad al estar rodeada de tantas culturas diferentes y poder experimentar otras perspectivas distintas a la mía. Aunque la mía no fue tan mala. Mi madre, hasta el día de hoy, es una maestra de las impresiones, siendo la más famosa Marge Simpson. Mi papá era un artífice de las palabras: inteligente y encantador. Él también estaba con los pies en la tierra. Puedo escucharlo hasta el día de hoy recordándome: nunca te pongas canas por cosas que no puedes controlar. Lo conmemoró en una tarjeta de índice cuando le dije el oficio que iba a seguir. Está clavado en el interior de la puerta de mi casa, un recordatorio mientras me preparo para las audiciones. Relájate, mantente fresco, diviértete. Cuando me mudé a California en el verano de 2016, no tenía idea de en qué me estaba metiendo al ir a una escuela de actuación, pero sabía que era la decisión correcta. Y ahora, aquí estoy, con un cortometraje premiado y algunas obras de teatro en mi haber. Puedo decir absolutamente que el lanzamiento del escudo de Xena me ha dado una ventaja inicial: "AyiyiiAlalala".