Martha McConnell

Martha McConnell fue expuesta por primera vez a Shakespeare y al teatro en la escuela cuando era niña. Ella se enamoró. La pasión y la psicología de sus obras fue inspiradora y difícil de resistir. Desafortunadamente, no se le permitió perseguir esa pasión. Tenía una pasión por las matemáticas y la psicología, y amaba las ciencias, así que fue a la universidad. Durante la universidad, fue reclutada para películas, modelaje y un concurso de belleza, pero nuevamente, no se le permitió seguir adelante. Cuando se independizó, tomó cursos adicionales de actuación en Chicago y Washington, D.C. A partir de ahí, comenzó a trabajar en películas, impresos y locución. Aunque no se le permitió seguir actuando cuando era niña, por razones de educación en etiqueta, se le permitió asistir al Barbizon Modeling and Acting Center a los nueve años en el centro de Chicago. Ella era la más joven de su clase y caminaba sola hacia y desde el centro. Se levantaba temprano los fines de semana y con mucha ilusión y alegría participaba en el centro durante las sesiones de día completo. Fue muy divertido y una gran experiencia de aprendizaje. Allí, aprendió sobre moda, cómo caminar en un desfile de modas, maquillaje, actuación, baile y etiqueta. Las lecciones se han quedado con ella de por vida. Con corazón y alma de bailarina, no podía dejar de bailar de niña. Quería actuar como bailarina desde que era una niña pequeña. Finalmente se formó formalmente en ballet, flamenco, hip hop, jazz y danza moderna, con especial atención al ballet. Hizo ballet de repertorio en la universidad y luego enseñó danza profesionalmente. Ella también tiene un cinturón marrón en artes marciales.