Katharine Alexander

Katherine (también llamada Katharine) Alexander, una excelente actriz de carácter, había nacido en 1897 de una madre que era en parte cherokee y de un padre que cultivaba tierras en territorio indio.Y, sin embargo, nunca le dieron el papel de una nativa americana en el transcurso de sus treinta y cinco años como actriz.A menudo una dama de sociedad, a veces una esposa sufriente o una madre digna, casi siempre era totalmente estadounidense.A gusto en el registro del drama y la tragedia, así como en el de la comedia, Katherine Alexander fue una intérprete talentosa y versátil que alternó el teatro y el cine a lo largo de una carrera muy respetable.Una artista que estaba destinada a ser, pero más una concertista que una actriz.Su madre, una músico frustrada, se había ocupado de que recibiera una educación musical formal y la joven Katherine demostró ser talentosa para el violín.Y de hecho estaba dando un recital de violín cuando el productor Samuel Goldwyn, que necesitaba una actriz que pudiera tocar el violín para una obra que estaba produciendo, notó a la joven y la contrató para el papel.La señorita Alexander, que aún no había cumplido los veinte, se dio cuenta de que prefería la actuación a la música y ese fue el comienzo de una carrera fructífera en el escenario primero y alternativamente en los tableros y en la pantalla grande tan pronto como el cine comenzó a hablar.Una protagonista de Broadway (donde pronunció las líneas de dramaturgos tan distinguidos como Arthur Schnitzler, Robert E.Sherwood o Philip Barry), pronto fue vista como una actriz de reparto indispensable en las películas de Hollywood.Siempre fue confiable y competente y no palideció al lado de grandes estrellas como Greta Garbo (la esposa del amante de Garbo en The Painted Veil (1934)), Bette Davis (la esposa de un abogado enamorado de Davis en That Certain Woman (1937);Miss Trask en Now, Voyager (1942)), Cary Grant (Sra.Morton en In Name Only (1939)) o John Barrymore (Miss Billow en The Great Man Votes (1939).La hora brillante de Katherine Alexander llegó en 1949, dos años antes de jubilarse, cuando encarnó a Linda Loman, la sensata esposa del patético vendedor Paul Muni en la producción londinense de "Death of a Salesman" de Arthur Miller.Tras semejante triunfo, decidió abandonar su carrera y durante treinta años disfrutó de una feliz segunda vida hasta su muerte a principios de 1981.