Arthur Hecht

La vida de Arthur Hecht en el centro de atención comenzó cuando fue nombrado "Bebé perfecto" en un evento de la Semana del Bebé de Los Ángeles. Su fotografía llegó a las portadas y fue el comienzo de una vida en imágenes. Cuando era un niño adorable y de pelo rizado, consiguió papeles en las comedias de "Buster Brown" y un papel en la serie "Our Gang". Después de su carrera como actor infantil, se tomó varios años para ir a la escuela militar, pasar tiempo con su familia y hacer todas las cosas normales que se le deben a un niño de su edad. A los 20 años, Hecht entró en el negocio de los periódicos como reportero del Los Angeles Examiner. Sin embargo, después de varios años, el gusanillo de la actuación volvió a morderlo y cambió su máquina de escribir por guiones. En lugar de escribir, ahora se estaba escribiendo sobre él. Hecht estaba obteniendo papeles a diestra y siniestra. Entre sus muchas películas, actuó con Robert Cummings y Lizabeth Scott en Paid in Full (1950), Ella Raines y Helen Walker en Impact (1949), Bud Abbott y Lou Costello en Bud Abbott Lou Costello Meet the Killer Boris Karloff (1949) ) y Africa Screams (1949), Barry Sullivan en Badmen of Tombstone (1949); y Peggy Cummins en Gun Crazy (1950). La televisión también fue buena para él, ya que se convirtió en miembro de Who's That Girl de KTLA y actuó como R.N. Chalmers en la serie de televisión The Lineup (1954). En la década de 1950 se mudó a San Francisco y se convirtió en un exitoso productor, escritor y protagonista de comerciales de televisión, más de 1500, para ser exactos. A principios de la década de 1970 hizo 30 comerciales a la semana durante cuatro años en KELP-TV en Texas. La publicidad se convirtió en una parte importante de su vida y luego comenzó su propia agencia de publicidad en el área de la Bahía de San Francisco. Fue entonces, durante un rodaje, que conoció a su futura esposa, Yolanda, una modelo. En 1980 tuvieron una niña, Michelle, a quien optaron por mantener fuera del negocio como una estrella infantil. Había sido una buena vida para Arthur Hecht en el negocio del entretenimiento, pero también fue dura. Solo cuando su hija se convirtió en adulta decidió que el negocio también era para ella, y está trabajando hacia una carrera muy parecida a la de su padre. Arthur Hecht murió repentinamente en 1992; tenía 69 años. Tuvo una vida única y fascinante, pero lo más satisfactorio provino del amor que compartió con su esposa e hija, quienes continúan manteniendo viva su memoria y su fuerte presencia para quienes nunca conocieron a este maravilloso hombre.