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Louise Ullrich nació en Viena, hija de un mayor del ejército austro / húngaro. Estudió en la Kunstakademie y, siendo aún adolescente, fue contratada por dos años por el Wiener Volkstheater donde disfrutó de su primer éxito en el escenario. A finales de 1932, Louise recibió un compromiso del Lessing Theatre de Berlín para coprotagonizar junto a Werner Krauss en 'Rauhnacht'. Durante una de sus actuaciones fue vista por el actor y cineasta Luis Trenker, quien la eligió para el papel principal de Erika en Der Rebell (1932). Si bien Louise era inevitablemente secundaria tanto a las estrellas como al paisaje, la imagen proporcionó un trampolín hacia nuevas oportunidades. En Playing at Love (1933), dirigida por Max Ophüls, ocupó el segundo lugar detrás de la estrella establecida Magda Schneider (madre de Romy) y al año siguiente apareció en el papel principal de Regine (1935) de Erich Waschneck. Otras películas prestigiosas con la estrella en ciernes Louise estaban por llegar: Viktoria (1935), un romance basado en una novela de Knut Hamsun;y Annelie (1941), una película familiar que le valió al estudio de cine Ufa la suma récord de seis millones y medio de Reichsmark y le valió a Ullrich el premio Coppa Volpi en Venecia.Sus películas también la establecieron como una actriz de estatura, no de la variedad de protagonista convencional, no particularmente ornamental o incluso especialmente hermosa, sino del tipo ideal de 'chica de al lado': tomboyish, enérgica, encantadora e ingeniosa.Alternativamente, como en 'Annelie', encarnaría la figura materna arquetípica (que resuena significativamente entre los espectadores de la guerra) o una esposa triste y de voluntad débil (como en el papel principal de Nora (1944) de Henrik Ibsen).Tanto el público como la crítica aplaudieron sus actuaciones y Louis B.Mayer incluso le ofreció un contrato en MGM en 1938, que Louise rechazó.En cambio, viajó a América del Sur donde conoció a su futuro esposo, el conde Wulf Dietrich zu Castell, director del aeropuerto de Munich-Riem. Después de la guerra, Louise Ullrich hizo una transición perfecta a los roles de los personajes, dividiendo su tiempo entre el escenario y la pantalla. Una de sus apariciones cinematográficas notables durante este tiempo fue como Cornelie en Keepers of the Night (1949) de Harald Braun. Aunque tenía dudas sobre el sentimentalismo sensiblero y la melodramatica del guion (declarando en su autobiografia que no le hubiera importado si obtuvo el papel o no), el critico Gunter Groll elogio su interpretacion como mas madura y definida mientras siempre conservando sus genuinas cualidades distintivas. En la década de 1960, hizo varias apariciones en televisión (incluida una serie de Rainer Werner Fassbinder, en la que interpretó a una abuela obstinada) y en 1973 publicó sus memorias. Louise Ullrich pasó la mayor parte de los años que le quedaban escribiendo y pintando. Uno de sus últimos trabajos fue un libro de memorias de viaje australiano, publicado en 1985. La popular actriz murió de cáncer en enero de ese año.